La innovación es uno de los mayores motores para lograr una ventaja competitiva, pero para poder innovar de manera efectiva, se necesitan algunas herramientas. Estas herramientas ayudan a los equipos a pensar fuera de la caja, a escanear el entorno y a generar ideas disruptivas.
Lo primero es entender que la innovación no es lineal, y que no se trata simplemente de seguir una línea recta hacia el futuro. Al contrario, innovar significa abrirse a nuevas y diferentes alternativas, que permitan generar un aprendizaje y construir oportunidades.
Para ello, vale la pena desarrollar la creatividad individual y en equipo, y reforzar la capacidad de explorar el entorno para descubrir oportunidades. Esto es especialmente verdadero para la innovación disruptiva, que requiere de la apertura de mentes para poder comprender el valor de lo nuevo. Además, vale la pena tener en cuenta el momento en el que se está innovando. Si bien una idea puede ser innovadora, igualmente se debe comprobar si los clientes están preparados para entender el valor que aporta el nuevo producto o servicio.
Finalmente, es importante tener en cuenta que la innovación no ocurre solo en el ámbito de lo nuevo, sino que también puede estar presente en la mejora de los productos y servicios existentes. Esto se conoce como innovación incremental, y es una de las formas más efectivas de innovar en la actualidad.
En conclusión, innovar no es una tarea fácil, pero con las herramientas adecuadas, los equipos pueden explorar el entorno, generar ideas disruptivas y mejorar los productos y servicios existentes para obtener una ventaja competitiva.